El Día Internacional de la Menopausia (World Menopause Day) se celebra todos los años el 18 de octubre. La conmemoración de este día tiene por objeto ayudar a crear conciencia sobre la importancia de la evaluación y prevención en la salud de las mujeres, durante este periodo de su vida.
Hoy queremos recalcar la importancia del cambio hormonal que
sufrimos las mujeres en esta etapa y como puede afectar en nuestra salud
perineal.
Pues bien, definimos menopausia como “periodo de tiempo de
la vida de una mujer en el cual deja de tener menstruaciones y que suele
ocurrir naturalmente, con mayor frecuencia después de los 45 años”. Esta se
produce porque los ovarios de la mujer dejan de producir las hormonas estrógeno
y progesterona.
Y ustedes se
preguntarán… ¿para qué sirven estas hormonas?
Los estrógenos
son la hormona femenina por excelencia y marcan, a lo largo de su vida, su condición
reproductiva: durante la pubertad, los ovarios ponen en marcha de forma
gradual su ciclo y comienzan a producir estrógenos. Una vez llegada la
menopausia, disminuye la creación de estrógenos de 7 a 8 veces por el agotamiento
de folículos ováricos. La mujer sufre una serie de cambios físicos en su cuerpo
que también afectan a la musculatura perineal, sobre todo si ya llega
debilitada o lesionada. Por eso en esta etapa es muy fácil que aparezcan los
problemas: la incontinencia, el descolgamiento de algún órgano… A estos
momentos clave pueden unirse otras causas que debilitan el suelo pélvico: la
obesidad, el estreñimiento o la práctica de algunos deportes.
El envejecimiento progresivo combinado con el final de la producción de estrógenos, favorecen la aparición de alteraciones a nivel del suelo pélvico, como incontinencia urinaria y fecal, prolapso genital y anomalías en la sexualidad; y cuyos síntomas afectan seriamente la calidad de vida de la mujer.
Si a todo este natural deterioro de los tejidos musculares y
de sostén le unimos que casi todas las mujeres han pasado por uno o varios
embarazos y partos, que ya sabemos dañan el suelo pélvico; podemos entender por
qué, alrededor de los 50 años, la mujer debe poner especial atención en el
cuidado y prevención de las alteraciones de su suelo pélvico.
La progesterona
es una de las hormonas sexuales que se desarrollan en la pubertad y en la adolescencia
en el sexo femenino. Actúa principalmente durante la segunda parte del ciclo
menstrual, parando los cambios endometriales que inducen los estrógenos y
estimulando los cambios madurativos, preparando así al endometrio para la
implantación del embrión. Estos efectos también ocurren en las mamas. La
progesterona también se encarga de engrosar y mantener sujeto al endometrio en
el útero: al bajar sus niveles, el endometrio se cae, produciendo la
menstruación. Es la hormona responsable del desarrollo de caracteres sexuales
secundarios en una mujer, y sirve para mantener el embarazo.
Tanto la progesterona como los estrógenos son hormonas cuya
función se basa en el equilibrio sexual y orgánico.
En caso de desorden hormonal, se experimentarán distintas patologías físicas y
psíquicas.
En
líneas generales, la progesterona comienza en el momento en el que aparece por
primera vez la menstruación en una mujer (durante la pubertad) y finaliza
cuando la mujer llega a la menopausia.
La disminución de progesterona en el organismo ocasiona los
molestos síntomas de la menopausia. Estos síntomas varían de mujer a mujer en
intensidad y duración, lo que hace que este proceso sea más incómodo para
algunas mujeres que para otras.
Tratamientos
naturales para la menopausia:
- Tu dieta es una importante herramienta que puedes utilizar para ayudar a controlar los síntomas de la menopausia.
El aceite de oliva y las olivas, la soja y sus derivados,
los garbanzos y judías blancas, las espinacas, las semillas de lino, girasol y sésamo,
los frutos secos (pistachos, nueces, anacardos, castañas o avellanas, dátiles o
ciruelas pasas secas), frutas y verduras como la remolacha, la berenjena, los
pepinos, las zanahorias, los tomates, cerezas, manzanas, albaricoques, granadas
y ciruelas, son alimentos que aportan estrógenos. Hay que destacar los
lignanos, otro estrógeno natural, presente en kiwis, albaricoques, peras,
cerezas, uvas y cítricos como la mandarina, la naranja o el pomelo.
Los alimentos por evitar incluyen altas cantidades de
cafeína en los alimentos y las bebidas carbonatadas que contienen fósforo y
pueden aumentar la pérdida de hueso. Además, limita su consumo de carnes como
la carne de res, cerdo y pollo, porque estas carnes contienen una alta cantidad
de grasas saturadas y disminuyen la capacidad del cuerpo para metabolizar el
estrógeno.
El consumo de azúcar en exceso también limita la capacidad
del hígado para metabolizar el estrógeno y afecta el sistema inmunológico.
- Estrógenos naturales:
Compuestos de estrógenos naturales están disponibles con
receta médica en las farmacias. Estos tipos de estrógeno son químicamente
iguales al estrógeno producido naturalmente en el cuerpo.
- Progesterona natural:
La progesterona natural es un componente importante en el
manejo de los síntomas de menopausia de muchas mujeres. Está disponible en una
buena cantidad de productos del mercado. La ventaja de utilizar un producto de crema
en comparación con una forma oral es que se necesita una dosis mucho más baja
debido a que no tiene que ser metabolizado por el hígado.
Desventaja: hay algunos casos en los que su uso debe ser
restringido o evitarse: hemorragias uterinas, tumores de mama, sospecha de
embarazo, lactancia, diabetes y enfermedades hepáticas.
Consulte con su médico.
- PROBIÓTICOS:
- Aumentar el deseo sexual de forma natural: elige el lubricante adecuado y estimula la circulación:
La testosterona, que es la hormona sexual masculina, también
la poseen las mujeres y es la que interviene en el cerebro activando los
sentidos y estimulando el deseo sexual.
La menopausia no es la causa de la falta de deseo sexual,
pero la bajada brusca de hormonas (estrógenos, progesterona y testosterona) y
otros síntomas propios de esta etapa como sofocos, insomnio, sequedad vaginal y
dispareunia si afectan a la disminución del interés por las relaciones
sexuales.
Puede que resulte confusa la tarea de escoger un buen
lubricante, por eso te recomendamos que elijas aquellos que vienen en gel y sin aromas ni sabores, ya que estos pueden irritar la
vagina o alterar su zona bacteriana, permitiendo que mueran las bacterias sanas
y proliferen las malsanas, las cuales, pueden causar una infección vaginal.
Una de
las grandes consecuencias de la menopausia es que, debido a la disminución de
hormonas femeninas en el organismo, disminuye el riego sanguíneo en los
genitales, lo cual afecta también el deseo sexual. Se recomienda practicar ejercicio cardiovascular, es de gran ayuda para corregir este síntoma. Caminar, nadar, andar en bici y hasta bailar permiten aumentar el
flujo sanguíneo en todo el cuerpo, incluso en los órganos genitales. Se debe evitar a toda costa actividades de impacto como correr y aquellas que requieran un aumento de presión abdominal como las abdominales.
En cuestión de alimentación: existen algunos alimentos para
mejorar el deseo sexual, como son aquellos ricos en vitamina B y zinc.
No hay comentarios:
Publicar un comentario